miércoles, agosto 17, 2011

A qué vienen tantas prisas??


He estado revisando y actualizando mi blog con las entradas en borrador y me he dado cuenta de una cosa importante.... casi todas versaban sobre la prisa!

Estamos inmersos en un mundo de vértigo, donde la alta tecnología nos priva de ciertos placeres mundanos más básicos como es el reposo.

A veces quisiera ser caracol para ir con tranquilidad por la vida, con paciencia, sin necesidad alguna de velocidad.


Me escaparía a una isla para poder disfrutar de la pereza sobre una hamaca, sin móviles, ni ordena, ni correos atrasados... con una torre de libros que aun no puedo ni disfrutar por falta de tiempo.

Necesito vacaciones? Seguramente, mejor aun, necesito desconectar, incluso estando en casa... quién nos apura tanto? Por la calle vamos agobiados, la gente parece triste y oscura, todo el mundo empuja a todo el mundo...

Quisiera un billete de ida a un bosque desconocido, con rio de aguas cristalinas y cabañita al costado y olvidarme del mundo.

Seguramente duraría poco allí, necesitada de conexión a internet y mensajes de móvil... o tal vez no?
Debería hacer la prueba un año de estos y desaparecer... a ver cuantos meses dura la experiencia.

Hasta la próxima.







miércoles, agosto 03, 2011

Cuarenta....



Y sin embargo parecen menos... es que el tiempo no pasa?
Con esta edad ya puedo relajarme un poco...
todavía me quedan dos tercios del camino.

Puedo mirar hacia delante con más suavidad y menos frenesí, lo que no fue ya no será, pero todavía anidan sueños en lo profundo del alma.

Esta es una buena época para ir a por ellos!


De momento, escribir como respirar, son dos de las esencias que me mantienen con vida!
Escribir para mí, palabrear...
Crear laberintos para perderme
Nuevos mundos para habitar!

Escribir para no olvidar
pequeñas costumbres,
periplos y sombras,
a lo mejor, incluso,
decidirse a volar!

Quién osaría no hacerlo, teniendo el mundo por delante?
La vida está para vivirla... con cuarenta, con treinta, con cien...

Ni los años importan, ni las arrugas (que, por cierto, no tengo!),
tan solo las ganas de desplegar las alas...


Hasta la próxima!