Un domingo de Madrid, año cualquiera... suenan los tambores ancestrales, la juventud baila a su son, el olor a maria es habitual, rastas, rapados, ropas de colorines...
Tarde en el retiro, no se si voy como una más o como observadora objetiva... no, dificilmente puedo ser objetiva... me dedico a mirar a los especímenes que pululan alrededor del caballo.
A veces se vislumbran algunos que parecen hasta salidos de alguna saga futurista, hay una mezcla absurda pero deliciosa en este Retiro de domingo por la tarde.
Se hace noche en plena transición de ritmos, la luz apaga los sentidos o los alimenta? los tambores retumban en los oídos, en el corazón, en el alma.
Me siento tan ajena a todo esto, es el espítiru de El Retiro el que me acoge o soy yo la que se deja querer por este espíritu. Menudo bicho raro entre tantos otros...
El ritmo sube y baja, mis caderas se mueven, los hombros, un poco, llevan el ritmo suavemente mientras observo a los malabaristas, a estos neo juglares romper las leyes de la gravedad con sus artilugios arcanos que seguro ni sospechan sus medievales o chinescos orígenes... mas que importa? alegran la vista los colorines y los instrumentos de juego... se elevan diavolos, bolas, palitroques... e incluso hay algunos que se atreven con fuego....
La fiesta sigue entre porros y alcohol, la juventud y los no tanto, se recrean cada tarde en El Retiro... a veces pienso y los gatos que viven ahi en ese lugar? que hacen por las tardes de Domingo?
Hasta la próxima.
Carol
pd: la foto es de mi hermana, la saco en abril del 2005 cuando estuvo por estos lares....
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